Hoy, todo parece girar en torno a la rapidez. Esperamos que todo funcione “ahora” y nos hemos acostumbrado tanto a eso que cuando algo tarda un poco, nos estresamos. En los negocios, esta presión es aún mayor: plazos ajustados, cambios constantes, expectativas altas. Sentimos que debemos hacer más y más en menos tiempo, y es normal que todo esto nos abrume.
A nosotras también nos ha pasado. Empezar un proyecto con mil ideas y planes y luego sentir que, al no avanzar rápido, algo está mal. Pero, con el tiempo, descubrimos algo importante: la prisa no es siempre necesaria y calmar la mente tiene un impacto profundo en cómo vivimos y trabajamos.
Aquí te dejamos algunos consejos para ayudarte a tranquilizar la mente, reducir la ansiedad y encontrar claridad en medio de un mundo apresurado. No se trata solo de hacer las cosas más despacio, sino de hacerlo desde un lugar de paz y de conexión contigo mismo.
La prisa constante a menudo nos deja en modo automático. Estamos tan enfocados en la siguiente tarea que nos olvidamos de parar. Haz esto: tómate unos minutos para respirar profundo y poner toda tu atención en esa respiración. Puede parecer simple, pero cuando enfocas tu mente en algo tan básico, le das un pequeño descanso del caos. Notarás que incluso cinco respiraciones profundas y lentas pueden calmarte de manera sorprendente.
2. Prioriza, no multipliques
Solemos pensar que para avanzar tenemos que hacer muchas cosas a la vez. Pero hemos aprendido que ser más productivo no es hacer más cosas, sino hacer lo importante primero. Define solo tres prioridades para tu día y concéntrate en ellas sin distracciones. Piensa que al enfocarte en menos tareas, les das la calidad y atención que realmente merecen, y eso se notará en los resultados.
3. Desconecta para reconectar
Puede parecer imposible desconectarse cuando las responsabilidades no paran, pero tomarte unos minutos para ti hará que vuelvas a tus tareas con más claridad y energía. Nosotras recomendamos desconectar de las pantallas al menos unos minutos cada hora. Salir a caminar, observar algo bonito como una planta o un paisaje, o simplemente cerrar los ojos y relajarte puede hacer que veas las cosas con una nueva perspectiva.
4. Escucha algo inspirador: Podcasts para tranquilizar la mente
Los podcasts se han convertido en una de nuestras grandes herramientas para despejar la mente y encontrar inspiración. Nos acompañan mientras hacemos tareas, caminamos o necesitamos un momento de calma, y nos han ayudado a ver las cosas desde diferentes puntos de vista. Aquí te compartimos algunos de nuestros favoritos:
- “Despertando Podcast”
Perfecto para iniciar el día con claridad y calma. Cada episodio dura entre 5 y 10 minutos, ideal para escucharlo por la mañana o en momentos de estrés. Con reflexiones diarias sobre la vida, la mente y el autocuidado, es como una pausa rápida para recuperar el enfoque. - “Se Regalan Dudas”
Este podcast es como una charla entre amigos. Hablan sobre temas de la vida, emociones y crecimiento personal. Escucharlo nos ha ayudado a reflexionar y a sentirnos menos solas en esos momentos de duda. - “Entiende tu Mente”
Este es un podcast sobre psicología práctica. Nos gusta porque ofrece enfoques útiles para comprender mejor nuestras emociones y lidiar con el estrés. Es sencillo y cercano, perfecto para esos momentos en los que necesitas aclarar la mente y entender por qué estás sintiéndote así.
Nuestro espacio refleja nuestro estado mental. Cuando todo está desordenado, es más difícil concentrarnos. Nosotras hacemos un esfuerzo por mantener nuestro espacio de trabajo lo más simple y ordenado posible. Dedica unos minutos antes de empezar o terminar el día para organizar y quitar lo que no necesitas. Este pequeño acto de limpieza mental y física ayuda más de lo que parece.
6. Recuerda que no estás compitiendo contra nadie
Como emprendedoras en el mundo del diseño, sabemos lo que es sentir la presión de la competencia. Es un campo en el que muchas veces parece que debes destacarte rápidamente o quedarte atrás. Hubo un momento en que nosotras también caímos en ese juego de compararnos, de sentir que teníamos que hacer todo «mejor» o «más rápido» que los demás. Sin embargo, descubrimos que el verdadero avance llegó cuando decidimos enfocarnos en nuestro propio camino, en darle a nuestro trabajo el sello único que nos caracteriza.
Cada negocio, cada emprendimiento, tiene su manera especial de hacer las cosas. Y eso incluye el tuyo. No necesitas medirte con otros para demostrar lo que puedes ofrecer; de hecho, cuando confías en lo que tienes para dar, conectas con clientes que valoran precisamente eso que hace especial a tu proyecto. Haz una pausa y celebra cada pequeño logro, porque cada paso, por pequeño que parezca, te está acercando a tu visión.
Desde nuestra experiencia, podemos decirte que lo importante no es la rapidez, sino la paz y la satisfacción de saber que estás construyendo algo a tu manera. Haz las cosas a tu ritmo y confía en lo que tienes para dar.
Y recuerda: Emprender también es cuidarte
Es fácil caer en la trampa de pensar que más rápido es mejor, pero la calidad de lo que haces depende de tu estado mental y físico. La prisa muchas veces nos roba la calma y la claridad, pero si te das tiempo para ti, para reflexionar y para encontrar inspiración en esos momentos de pausa, notarás que trabajar desde un estado de calma es un cambio poderoso. Así que recuerda, todo tiene su tiempo, y la calma es la mejor compañera para el camino del emprendimiento.
Esperamos que estos consejos y recomendaciones te sirvan para encontrar un ritmo de trabajo más amable contigo mismo. Emprender no siempre tiene que ser una carrera; también puede ser un viaje donde disfrutes cada paso.